Santo Veneno para las Curas

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No quiero decir que tenga algo contra las monjas, pero tampoco voy a negar que me paso la mayoria del dia envergado tratando de safar pagar un colectivo, no es que viva en la mugre, sino que estoy mugriento, pero me siento tan limpio que tengo la obligación de cambiar el color de mi piel a puchasos, o el color de mi cerebro con pigmentos verdes y blancos.

Es así mi amigo monja, o amiga Dios, que odio tomar el té !!! no quiero intervenir en tus tiempos de limbo, no intervengas el mío. Tan simple como fluir mirandonos con desconfianza, amandonos con olor a mar seco, plagado de de especies muertas y angelitos magros, que fueron resucitados por el olor a mandarina que les dejó mi orina en su túnica.

creé este espacio para tener mi propia hectarea virtual, con mi sillón virtual, y mi escopeta virtual, para que si te veo virtualmente, volarte la cabeza virtual con perdigones virtuales, para que virtualmente te vayas al inodoro virtual... y asi, darte la húmeda bienvenida.



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